En este informe, el Relator Especial examina la situación de los derechos humanos de los pueblos indígenas en los Estados Unidos, sobre la base de investigaciones e información recopilada, incluyendo durante una visita al país del 23 de abril al 4 de mayo de 2012. Durante su misión, el Relator Especial mantuvo consultas con funcionarios de los Estados Unidos, así como con pueblos indígenas, tribus y naciones en Washington, D.C., Arizona, Alaska, Oregón, el estado de Washington, Dakota del Sur y Oklahoma, tanto en territorio indígena como en áreas urbanas. Los apéndices I y II de este informe incluyen, respectivamente, resúmenes de la información proporcionada por el Gobierno y de la información presentada por pueblos indígenas, organizaciones e individuos en relación con la misión.
El Relator Especial concluye que los pueblos indígenas en los Estados Unidos —incluyendo los pueblos indígenas americanos, nativos de Alaska y nativos hawaianos— constituyen comunidades vibrantes que han contribuido enormemente a la vida del país; sin embargo, enfrentan desafíos significativos relacionados con injusticias históricas generalizadas, incluyendo tratados incumplidos y actos de opresión, así como políticas gubernamentales equivocadas, que hoy se manifiestan en varios indicadores de desventaja y obstáculos para el ejercicio de sus derechos individuales y colectivos.
La legislación federal significativa y los programas que se han desarrollado durante las últimas décadas, en contraste con los primeros ejercicios del poder federal basados en políticas equivocadas, constituyen buenas prácticas que en gran medida responden a las preocupaciones de los pueblos indígenas. Especialmente encomiables son las numerosas iniciativas nuevas tomadas por el ejecutivo para promover los derechos de los pueblos indígenas en los últimos años.
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