
Declaración del
Dr. Albert Kwokwo Barume
Relator Especial sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas
En el 24º período de sesiones del Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas de las Naciones Unidas
Punto 5(d) del orden del día
Nueva York
28 de abril de 2025
Presidenta del Foro Permanente,
Presidenta y miembros del Mecanismo de Expertos,
Distinguidos miembros del Foro Permanente,
Secretario General Adjunto para los Derechos Humanos,
Representantes de los Pueblos Indígenas,
Excelencias, señoras y señores,
Es para mí un honor dirigirme hoy al Foro Permanente y a todos los asistentes al diálogo interactivo sobre la situación de los derechos humanos de los Pueblos Indígenas.
Desearía que este diálogo pudiera tener lugar durante la primera semana del Foro Permanente, como se ha hecho antes, cuando la mayoría de los participantes están todavía en Nueva York, una ciudad cuyo alto coste de vida no pueden permitirse muchos Pueblos Indígenas durante 2 semanas. Espero con interés coordinar y colaborar con ustedes, para buscar la complementariedad y las sinergias de las acciones, y seguir explorando la mejor manera de organizar el diálogo sobre derechos humanos con el Relator Especial – dentro de la agenda más amplia del Foro, para garantizar que se produzca durante la primera semana para una participación más inclusiva.
Mi declaración consta de dos secciones, la primera con una breve presentación del mandato y la segunda con una visión general de la situación de los derechos humanos de los Pueblos Indígenas.
I. Visión general del mandato del Relator Especial
Como sabrán, asumí el mandato como Relator Especial hace cuatro meses, en enero de 2025.
En mi opinión, el mandato está diseñado para amplificar las voces de los Pueblos Indígenas, transmitir sus reclamaciones y preocupaciones e insistir en que los Estados cumplan con sus obligaciones internacionales en materia de derechos humanos.
El mandato del Relator Especial se traduce en 4 pilares principales de trabajo:
- Informes temáticos. El Relator Especial preparará dos informes cada año, uno para la Asamblea General y otro para el Consejo de Derechos Humanos.
 - Las visitas oficiales a países, que requieren una invitación del Gobierno o la aceptación de una solicitud, dan lugar a un informe en profundidad con recomendaciones a los Gobiernos y otros titulares de obligaciones sobre cómo hacer realidad los derechos de los pueblos indígenas en ese país concreto.
 - Comunicaciones, que es el proceso de plantear casos o situaciones específicas de presuntas violaciones de los derechos de los Pueblos Indígenas a los Estados y otros actores, y por último:
 - Otras áreas de mandato, como creación de capacidades, visitas académicas, asistencia técnica y asesoramiento, entre otras.
 
Estudios temáticos
Este año, mi estudio temático para la Asamblea General se centrará en la demarcación y el registro de las tierras de los Pueblos Indígenas. Este estudio no pretende centrarse en los fundamentos jurídicos de los derechos de los Pueblos Indígenas a sus tierras, territorios y recursos, sino más bien hacer un balance de las prácticas de los Estados con vistas a captar lecciones, tendencias y buenas prácticas que puedan hacer avanzar la aplicación de la Declaración de la ONU a nivel nacional.
Las contribuciones recibidas hasta la fecha subrayan la importancia de proteger las tierras indígenas para preservar el patrimonio cultural y mantener el equilibrio ecológico y la biodiversidad. Confirman que es necesario identificar, demarcar, registrar y titular las tierras para proteger eficazmente los derechos a la tierra y evitar el despojo. Siguen existiendo deficiencias en los marcos jurídicos y los acuerdos institucionales, por lo que es necesario reformarlos. Otros obstáculos son la falta de voluntad política, las presiones económicas, los malentendidos culturales y la inseguridad.
El consentimiento libre, previo e informado, así como la participación en la toma de decisiones, son necesarios para garantizar que las leyes, políticas y prácticas se ajustan a las necesidades y perspectivas de los pueblos indígenas. Se destacan las cuestiones de género, ya que las mujeres indígenas deben tener los mismos derechos y la misma participación en la gobernanza de la tierra.
Dada la importancia de este tema, estoy considerando la posibilidad de elaborar un informe provisional este año y un informe final el año que viene, tras celebrar consultas regionales con los pueblos indígenas.
Mi informe temático de este año al Consejo de Derechos Humanos se centrará en el deber de los Estados de reconocer a los pueblos indígenas como titulares de derechos. No es posible que un Estado aplique los derechos si antes no ha identificado a los titulares de los mismos.
El estudio hará hincapié en la obligación de los Estados, como principales garantes de los derechos humanos, de identificar y reconocer a los Pueblos Indígenas dentro de los territorios nacionales, jurisdicción o áreas de control. Sin embargo, reconocer a los Pueblos Indígenas no es definirlos ni establecer las condiciones para que se conviertan en Pueblos Indígenas. La Declaración afirma que «los pueblos indígenas tienen derecho a determinar su propia identidad o pertenencia conforme a sus costumbres y tradiciones».
Las contribuciones recibidas hasta ahora revelan que, aunque muchos países han dado pasos importantes para reconocer a los pueblos indígenas y sus derechos mediante reformas constitucionales, legislación nacional y compromisos internacionales, los procesos de reconocimiento son a menudo lentos, incoherentes y están marcados por importantes obstáculos legales y burocráticos. Además, persisten los obstáculos al pleno reconocimiento, como la resistencia política, los intereses económicos en los territorios indígenas y el temor de las autoridades estatales a que la condición de indígena pueda perjudicar su estabilidad o desarrollo. Aunque los marcos de reconocimiento han dado resultados positivos, también han puesto de manifiesto lagunas, como el reconocimiento selectivo y la exclusión de algunos grupos indígenas.
El estudio también pondrá de relieve los riesgos asociados a -y las razones técnicas en contra de- la fusión de los Pueblos Indígenas con otros grupos, como las comunidades locales. Dado su propósito correctivo específico, el régimen internacional de derechos humanos para los Pueblos Indígenas no puede extenderse sin más a otros grupos. Es necesario establecer distinciones claras que respeten el estatus jurídico único de los Pueblos Indígenas en virtud del derecho internacional.
Para estos dos informes, he recibido más de 100 contribuciones de Estados, Pueblos Indígenas, ONG, agencias de la ONU y otras partes interesadas. Me gustaría expresar mi más sincero agradecimiento a todos los Estados, Pueblos Indígenas, agencias de la ONU y sociedad civil por contribuir a mis informes temáticos que se presentarán este año.
Visitas a los países
Las visitas a países solían ser la espina dorsal del mandato del Relator Especial, con la posibilidad de realizar varias cada año. Esta oportunidad se ha ido limitando gradualmente, dada la escasa financiación del sistema de derechos humanos.
Como Relator Especial, envié casi 10 solicitudes de visitas a países; y realicé un seguimiento de las reuniones bilaterales con las Misiones Permanentes en Ginebra y Nueva York. Hasta la fecha, sólo he recibido una respuesta positiva del Gobierno de Botsuana, para una visita en el segundo semestre de 2025.
Quiero dar las gracias al Gobierno de Botsuana por extender la invitación para dicha visita, y espero con interés trabajar tanto con el Gobierno como con los Pueblos Indígenas para hacer una contribución concreta al proceso en curso de realización de los derechos de los Pueblos Indígenas en ese país.
Aprovecho esta oportunidad para hacer un llamamiento a otros Estados para que sigan ofreciendo al Relator Especial la oportunidad de tener una experiencia de primera mano de la situación de los derechos humanos de los Pueblos Indígenas a nivel de país.
También me gustaría volver a hacer hincapié en la disminución de los recursos financieros disponibles para los mecanismos de derechos humanos en general, y los relativos a los Pueblos Indígenas en particular. En 2024, mi predecesor no pudo realizar una segunda visita a un país debido a la falta de recursos financieros; y es probable que me ocurra lo mismo este año (2025). Además, desde el año pasado, mi predecesor y yo participamos en este Foro gracias a financiación ajena a las Naciones Unidas, a pesar de que la participación del Relator Especial en las sesiones del Foro es un mandato de la Resolución del CDH. Como subrayo más adelante en esta declaración, el contexto mundial actual hace imperativo reinvertir en los derechos humanos y sus mecanismos para aumentar las posibilidades de mantener el orden internacional basado en normas.
Comunicaciones
El envío de comunicaciones es la forma en que el Relator Especial puede plantear casos o situaciones específicas de presuntas violaciones de los derechos de los Pueblos Indígenas a los Gobiernos y otros garantes de derechos. Esta es una característica particular del mandato, y tengo la intención de convertirla en un pilar sólido y receptivo de mi trabajo.
Para ello, trabajaré en estrecha colaboración con el personal especializado de la OACDH, pero también con un equipo de apoyo externo, para abordar el mayor número posible de casos. Aunque no todas las denuncias presentadas darán lugar a una comunicación, quiero asegurarme de que la mayoría de los denunciantes reciban una carta de acuse de recibo, confirmando que el asunto ha sido transmitido a mi mandato.
II. Panorama de la situación de los derechos humanos de los Pueblos Indígenas en el mundo
Me gustaría abordar la situación de los derechos humanos en tres puntos clave:
– Criminalización de los Pueblos Indígenas
– Contexto mundial de los derechos humanos
– Una visión general de lo que he escuchado de los Pueblos Indígenas hasta ahora.
II.1. Criminalización de los Pueblos Indígenas y represalias contra los defensores indígenas de los derechos humanos
La criminalización de los Pueblos Indígenas sigue creciendo. Ya sea en América Latina, Asia, África o en cualquier otro lugar, los individuos y Naciones Indígenas enteras que reclaman sus derechos son etiquetados como enemigos o amenazas para los Estados y las inversiones.
Con frecuencia, los indígenas son arrestados, detenidos, condenados e incluso asesinados. El Informe Front Line 2023/2024 indica que el 13% de los defensores de los derechos humanos asesinados en 2023 eran indígenas. Se trata de una cifra alarmantemente desproporcionada, teniendo en cuenta que los pueblos indígenas representan alrededor del 5% de la población mundial.
Me preocupa especialmente que se califique a los pueblos indígenas de «terroristas», «extremistas» o «enemigos de los Estados». Esto refleja una triple victimización de los pueblos indígenas. En primer lugar, los pueblos indígenas de zonas remotas son víctimas de la negligencia del Estado; en segundo lugar, se convierten en víctimas de la ocupación por parte de grupos extremistas, insurgentes o bandas criminales; en tercer lugar, se convierten en víctimas de la criminalización por parte del Estado.
Hago un llamamiento a los Estados para que cambien de paradigma y vean la oportunidad de trabajar con los pueblos indígenas como socios para la paz y la seguridad internacional. Hay potencial en la construcción de los derechos de los pueblos indígenas a la libre determinación y trabajar con ellos como socios para abordar y contrarrestar el extremismo, el radicalismo y las redes criminales. Los detallados conocimientos tradicionales de los pueblos indígenas sobre el terreno y la resistencia de sus instituciones tradicionales son potenciales sin explotar para la protección de los territorios. Los pueblos indígenas podrían convertirse en la primera línea de la infraestructura internacional de seguridad y diplomacia. Pido una resolución del Consejo de Seguridad sobre los pueblos indígenas y la seguridad internacional, con especial atención a las mujeres y niñas indígenas. Después de todo, la Declaración de la ONU se adoptó para remodelar positivamente la relación entre los Estados y los Pueblos Indígenas.
II.2. Preocupaciones sobre derechos humanos planteadas al Relator Especial de la ONU
Desde mi nombramiento, he dedicado mi tiempo a escuchar a los Pueblos Indígenas de diferentes regiones del mundo. Participé en un Webinar mundial organizado por CITI en enero de 2025, en el Foro de los Pueblos Indígenas organizado por FIDA en Roma en febrero de 2025; participé en una reunión preparatoria de organizaciones de Pueblos Indígenas de Asia organizada por AIPP en Tailandia en febrero de 2025; y también participé en una reunión regional con Pueblos Indígenas de África en Nairobi, Kenia, en marzo de 2025; realicé una gira de sensibilización en varias ciudades de Australia organizada por FAIRA en marzo de 2025; he participado en varias otras reuniones en línea organizadas por diversas organizaciones Indígenas. Doy las gracias a todas las organizaciones que han facilitado estos encuentros.
Estas reuniones han sido fundamentales para identificar las preocupantes situaciones de derechos humanos que a continuación compartiré con ustedes.
Conflictos e inseguridad:
– Pueblos Indígenas afectados por conflictos e inseguridad
– Pueblos Indígenas desplazados de sus tierras y en campos de refugiados
Industrias extractivas y transición verde:
– La carrera por los minerales críticos o de transición sin tener en cuenta los derechos de los Pueblos Indígenas a sus tierras, territorios y recursos.
– Profunda preocupación por los residuos de las industrias extractivas, incluidos los productos químicos, que están contaminando y envenenando las tierras, las aguas y los medios de vida de los pueblos indígenas.
– Proyectos de carbono en tierras y territorios de los pueblos indígenas que no respetan sus derechos ni las normas internacionales que los protegen.
Pueblos Indígenas aislados:
– La extrema y urgente necesidad de protección de los Pueblos Indígenas en aislamiento voluntario tras el contacto inicial.
Detención y edad penal:
– El continuo y desproporcionado alto porcentaje de Pueblos Indígenas detenidos en numerosos países.
– La reducción de la edad de responsabilidad penal que ha afectado especialmente a los niños y jóvenes indígenas en algunos países.
Cuestiones que afectan a las mujeres indígenas:
– Violencia de género contra las mujeres indígenas
– Esterilización forzada de mujeres indígenas y su petición de justicia
– Trata y explotación de personas indígenas y, en particular, de mujeres.
Disminución del interés y el compromiso político:
– Políticas y actos jurídicos en curso, incluso por parte de órganos judiciales, que tratan de diluir o alterar la protección jurídica de los derechos de los pueblos indígenas en numerosos países.
– Casos judiciales no aplicados ganados por los pueblos indígenas, incluidas las conclusiones de mecanismos regionales de derechos humanos como el sistema interamericano de derechos humanos y la Comisión Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos.
– Desfinanciación de programas para los pueblos indígenas en varios países.
II.3. Contexto mundial de los derechos humanos
Los derechos de los Pueblos Indígenas no existen en el vacío, y cada titular de mandato debe hacer frente a las particularidades de la época en la que se desarrolla su mandato.
Mi mandato llega en un momento en el que los derechos humanos están bajo presión. Los principios fundamentales de los derechos humanos de igualdad, no discriminación, autodeterminación y relaciones internacionales amistosas son los que pretenden entretejernos como una familia humana global. Como proclama el Preámbulo de la Declaración de Derechos Humanos de las Naciones Unidas «…la libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen por base el reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana».
Hoy, estos principios siguen en pie, pero empezamos a ver los contornos del caos que surgiría si se derrumbaran. Si estos valores y principios globales se derrumbaran, la humanidad se desuniría y quedaría como un mosaico de Pueblos, Naciones, Estados e individuos luchando entre sí y vulnerables a la explotación por parte de actores más poderosos.
Veo una oportunidad en este desafío; es hora de defender los principios fundamentales de los derechos humanos que quizá hayamos dado por sentados; es hora de reafirmar la centralidad de los derechos humanos en las relaciones internacionales; y es hora de establecer alianzas y asociaciones sólidas, y de instar a quienes tienen influencia y recursos a que reinvirtamos en los derechos humanos a todos los niveles.
Me gustaría concluir con una nota optimista: en estos tiempos, en los que se debate la esencia de los derechos humanos, es inspirador ser testigo de la creatividad y el compromiso vital de los jóvenes líderes indígenas a nivel comunitario, nacional e internacional, incluso aquí en el Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas. Comprometámonos todos a empoderar a la próxima generación compartiendo conocimientos, fomentando su pasión y amplificando sus voces.
Gracias por su atención.
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